
Los casadeños emprendieron su cuarta marcha con la intención de lograr la expropiación de 52 mil hectáreas en Puerto casado. En esta movilización, que partió desde pozo colorado, con destino a Asunción, han caminado 270 kilómetros.
“Casado para los casadeños” rezan los carteles de los peregrinantes, quienes con los pies llenos de ampollas y vendas ( colocadas por personal del ministerio de salud pública en sus efímeras visitas a los manifestantes), esperan cambiar la situación que les afecta desde hace décadas.
“Casado para los casadeños” rezan los carteles de los peregrinantes, quienes con los pies llenos de ampollas y vendas ( colocadas por personal del ministerio de salud pública en sus efímeras visitas a los manifestantes), esperan cambiar la situación que les afecta desde hace décadas.
Es difícil imaginarse las circunstancias por la que atraviesan los casadeños. La misma distancia que separa a los 6 mil habitantes de casado del resto de la población del país nos dificulta conocer a profundidad su realidad. Pero sólo es necesario asomar las narices a algunos libros de historia o prestar atención a los relatos de sus ciudadanos.
Desde sus inicios, Puerto Casado ha sido sinónimo de explotación para los trabajadores y habitantes de las tierras que en principio pertenecieron a Carlos Casado y que en la actualidad, unas 600 mil hectáreas, son propiedad de la Secta Moon.
Es hasta casi increíble pensar que en pleno siglo XXI miles de compatriotas pueden estar sumidos a la voluntad de particulares. Es terrible notar que los extranjeros tienen más derechos que los connacionales y es casi implensable darse cuenta de que los casadeños , viven en una situación de esclavitud.
A muchos les parecerá, este comentario exagerado. Les invito a analizar la definición de esclavitud: situación en la cual un individuo está bajo el dominio de otro, perdiendo la capacidad de disponer libremente de sí mismo.
La esclavitud es una forma de sometimiento del hombre por el hombre que se practicó desde la antigüedad y para vergüenza de la raza humana, continúa en nuestros días bajo formas diversas.
Históricamente, la resistencia de los oprimidos se ha plasmado en una lucha larga, extenuante y cargada de sacrificios. Esta resistencia es la que emprenden también los casadeños, quienes aseguran que en la ciudad en la que habitan sólo pueden sobrevivir extenuados, aterrorizados, enfermos, heridos, sedientos y agotados.
Esta cuarta marcha o peregrinación es prueba clara de una tenaz resistencia de los casadeños, quienes hacen de la medida de fuerza una causa nacional. Por la importancia de la reivindicación se requiere la concienciación e involucramiento de la ciudadanía toda, de lo contrario, muy pronto podremos llamar a Casado “Puerto Moon”.