sábado, 27 de junio de 2009

Salud niega H1N1

Los centros de salud, hospitales distritales y sanatorios privados se encuentran literalmente repletos. Gran parte de la superpoblaciòn de los nosocomios se debe a las afecciones respiratorias tìpicas de la temporada invernal.

La influenza, este año, parece haberse fortalecido y los fallidos e impulcros trabajos de prevenciòn, por parte del Ministerio de Salud Pùblica, han desembocado, paradòjicamente (al nombre de esta secretarìa de estado), en un malestar social. Y cuando digo malestar, no sòlo me refiero a la absoluta incapacidad de infraestructura de hospitales pùblicos y privados para afrontar una pandemia, sino ademàs, a los terribles (y poco divulgados) sìntomas a los que se exponen los contagiados por la gripe A en sus diversas cepas. Este año me ha tocado engrosar la lista del centenar de casos sospechosos de la AH1N1, asi que puedo relatar, con absoluta propiedad, la travesìa por la que un paciente debe pasar.

Empecemos por mencionar sòlo algunas de las innumerables falencias del sistema de salud del paìs con centros de salud u hospitales pùblicos insuficientes en cantidad, infraestructura edilicia, personal de blanco y ni hablemos del trato deshumanizado de muchos profesionales. Las carpas ubicadas en los patios de los puestos asistenciales no subsanan la precaria situaciòn.

Los sanatorios privados no estàn exentos. Habitaciones repletas de pacietes de diversas edades, pasillos llenos, tapabocas a la vista y el virus invisible , pero presente, son la constante en los màs renombrados nosocomios del paìs.

No hay habitaciones disponibles.Quizà uno piense que la internaciòn no serà necesaria, pero no creo que sea el caso o por lo menos no fue el mìo.

En mi labor de reportera recorro todo tipo de lugares, entre ellos, hospitales. Asi fue como lleguè hasta el Hospital Nacional de Itaguà en busca de varios temas, entre ellos, el control que se realizaba en el lugar a los pacientes que llegaban con sìntomas posibles de la temida AH1N1.
Estuve gran parte de la mañana ese dia recorriendo parte de las intalaciones y pude notar que el supuesto triaje, (diferenciaciòn de pacientes con afecciones respiratorias de otros que no las tienen, para evitar contagios) no es màs que una burla a la sociedad. Para ingresar a urgencias existen dos puertas, una para los resfriados y otra para los que no estan moqueando. Me crean o no, ambas puertas dan a un mismo salòn. Es decir que las personas que ingresan, vuelven a estar juntas en el lugar. Pero claro, me olvidaba del gran detalle: el salòn esta dividido por lineas de colores. La mitad, en rojo, para los engripados, y la otra mitad, en verde para los que no lo estàn, como si el virus irìa a respetar la lìnea y no la atravesarìa hasta llegar a cualquier persona que se encuentre a escazos centìmetros. No nos dejemos engañar. Toda la parafernalia es sòlo maquillaje. Nuestros hospitales no tienen la infraestructura requerida para que el triaje sea eficaz.

Luego de estar en ese lugar, empecè con molestias en la garganta. Con el transcurrir de las horas se convirtieron en difonìa. Luego fiebre, cada vez màs alta, acompañada por escalofrìos, temblores compulsivos y dolores en todo el cuerpo. En este estado acudì a un conocido sanatorio privado en donde estoy asegurada. Fui asistida en urgencias, donde me aplicaron novalgina para calmar la fibre, y me realizaron anàlisis de sangre y radiografìas de tòrax. Dos de los varios estudios de sangre no pude efectuarme por el alto costo, sin embargo, los realizados confirmaron la influenza A. A pesar de mi delicado estado de salud, con el agravante de que soy asmàtica y alèrgica, los mèdicos me enviaron a mi casa a reposar. Claro, despuès me dì cuenta del porquè.."No habìa lugar para màs internaciones".

Desde mi casa me contactè con referentes del Ministerio de Salud ante mi preocupaciòn de poder estar infectada con la H1N1. Les dictè los resultados de los estudios y mis sìntomas. La doctora con la que conversè me preguntò si yo habìa viajado en las ùltimas semanas al extranjero, o si algùn familiar cercano habia ingresado recientemente al paìs. Ambas preguntas respondì negativamnete. Esto bastò para que la mèdica entonces, me asegurara que yo no tenìa la H1N1. Increìble pero cierto. Entonces le dije que querìa someterme al isopado, estudio que se realiza con un isopo en las cabidades nasales, para saber màs sobre el cerotipo de la influenza. Pero la respuesta tambien fue negativa, me dijo q sòlo en las primeras 48 horas de presentar sìntomas es factible realizarlos. Asi terminò la conversaciòn, me quedè con las mismas dudas.
Inùtilmente tratè de conversar con Ivàn Allende, Director de Vigilancia de la salud. De nada sirvieron los mensajes de voz grabados con esfuerzo en su telèfono celular.Tampoco contestò los mensajes de texto.

La angustia y los sìntomas se iban agravando. La fiebre no bajaba, el resfrìo y la tos continuaban. Los bronquios empezaron a cerrarse. Cuando respirar me daba màs que trabajo, decidì que no me importaban ya las recomendaciones del ministerio y decidì internarme. Con las instalaciones de mi seguro mèdico repleto, me enviaron a otro nosocomio al cual llegùe casi sin poder ya emitir palabra. Para avivar mi desesperaciòn, tampoco habìa lugar. Abandonè el sitio con gran esfuerzo, para dirigirme a un tercer sanatorio en donde de casualidad se estaba liberando una habitaciòn, la cual por supuesto esperè pacientemente por unos 15 eternos minutos. Nebulizaciones intensas cada dos horas, fueron la constante. Pero lo que màs me sorprendiò fue enterarme que el famoso isopado se me podìa realizar y asì lo hicieron. A las pocas horas estaba otra vez la misma respuesta "Gripe A, pero no sabemos el cerotipo, eso depende del Ministerio de Salud" asì se excusaron mis mèdicos tratantes ante mis cuestionamientos e interès por saber si poseìa o no la H1N1.

Desde hace 4 dìas me encuentro en la misma sala sin saber aùn si fui o no afectada por la H1N1. En otras habitaciones del mismo pasillo, varios pacientes se encuentran en mi misma situaciòn.

Ahora con los sìntomas màs controlados creo ver las cosas con claridad y pienso que la postura del ministerio se debiò a que en mi caràcter de persona pùblica no podìan permitir que mi caso sea H1N1, porque al no haber salido del paìs ni al haber estado en contacto con personas, quienes regresaron del extranjero, se desmintirìa notoriamente su versiòn de que los casos de contagios se estan dando sòlo en estos grupos.

Con la experiencia vivida y los hechos expuestos, les digo que a mi criterio la H1N1 està en el paìs y los contagios se estàn dando en todas partes, aunque lo sigan negando